Tras colocar en el salón su famosa lista de normas, observar a los padres y poner en práctica todo tipo de terapias, el niño G.L.T. seguía sin obedecer y mostrando frecuentes rabietas.
Finalmente, supernanny, desbordada, agarró al niño, lo ató a una silla y comenzó una partida de Munchkin a dos jugadores que duró casi 8 horas, sin interrupción.
"Es que hay niños que solo aprenden por las malas", declaró cuando terminó la grabación del capítulo.
El resultado no ha podido ser mejor, ya que desde entonces el niño ayuda en casa, saca al perro, friega los platos y ha terminado él solo la reforma del salón que empezaron unos obreros el año pasado.
"Y si vuelve a portarse mal, jugaremos con todas las expansiones", dijo Supernanny antes de abandonar la casa definitivamente.
el niño ahora pone esta cara cada vez que escucha "Munchkin"
ME PARTO!!
ResponderEliminarYa sabía yo que la Supernanny esta era una bruja!!!
ResponderEliminarEsto es el equivalente a una somanta de palos, que es lo que muchos piensan que es lo que le falta al programa. por supuesto me refiero a palos en la cabeza, para poder igualar el nivel de estropicio neuronal que consigue el jueguecito.
ResponderEliminarMe encanta el blog, cesarmagala!
ResponderEliminarMucho ánimo!
Dios, menuda tortura! esto hace pensar mucho en las prioridades! jajaja
ResponderEliminarSigue así, un saludo!